Los glaciares y el ambiente periglacial son reservas estratégicas de agua para millones de personas, sostienen el caudal de los ríos en épocas de sequía, regulan las cuencas hídricas y son aliados esenciales frente a la crisis climática.

La Ley de Glaciares N.º 26.639 protege estas fuentes de vida para garantizar agua para el consumo humano, la agricultura, los ecosistemas y las generaciones futuras. Cualquier intento de modificarla para habilitar actividades extractivas en zonas hoy protegidas implicaría un retroceso ambiental grave, ilegal e incompatible con la seguridad hídrica del país.

Desde Fundación Biodiversidad reafirmamos que no existe desarrollo posible sin agua, y que preservar estas reservas es una responsabilidad colectiva y urgente. Defender la Ley de Glaciares es defender la vida.

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