Área Silvestre Protegida Las Mesillas
Provincia de Córdoba. Argentina
En el año 2022, gracias a una donación de World Land Trust, la Fundación Biodiversidad Argentina adquirió la Estancia Las Mesillas en la provincia de Córdoba, con el fin de conservar 5.411 ha de bosques de Chaco Árido, colindantes con el Parque Nacional Traslasierra (Pinas).
El ASP Las Mesillases una reserva natural de la Fundación Biodiversidad Argentina que se ubica dentro del Corredor Biogeográfico del Chaco Árido, en la zona noroeste de la provincia de Córdoba limítrofe con La Rioja y que abarca 5.411 hectáreas de bosques de Chaco Árido.
El Chaco Árido son bosques xerófilos con matorrales abiertos, bolsones salinos y médanos, que se extienden en el piedemonte de las sierras del noroeste de Córdoba, este de Catamarca y La Rioja, norte de San Luis y sudoeste de Santiago del Estero.
Aunque representan sólo el 15,2% de nuestro país, el Chaco Seco es uno de los biomas más diversos, es el hábitat de más 3400 especies de plantas, 500 especies de aves, 150 especies de mamíferos, 120 especies de reptiles y unas 120 especies de anfibios.
La creación del ASP Las Mesillasforma parte de una estrategia para la conservación de un área colindante con el Parque Nacional Traslasierra (Pinas), que actuará como área de amortiguamiento del mencionado Parque Nacional.
Además, nos hemos propuesto el objetivo de crear un Corredor Biológico entre el PN Traslasierra (Pinas) y el Parque Natural Provincial y Reserva Forestal Natural Chancaní, ambas áreas protegidas de la provincia de Córdoba unidas por propiedades privadas en distinto estado de conservación.
Estudios de campo que ha realizado la Fundación Biodiversidad Argentina e información obtenida con cámaras trampa revelan la riqueza del ASP Las Mesillas.
Importancia de la Región Chaqueña
La Región Chaqueña es la segunda masa boscosa del continente (detrás de la Amazonia) y el 60% de este bioma se encuentra en Argentina. Es un hábitat muy importante para la conservación. Tanto por su elevada biodiversidad de flora y fauna como por su acervo cultural, ya que es el territorio de más de 20 pueblos originarios de Argentina.
Si bien representa sólo el 15% de nuestro país, el Chaco Árido es uno de los biomas más diversos de la Argentina. Es el hábitat de más de 3.400 especies de plantas, 500 especies de aves, 150 especies de reptiles y alrededor de 120 especies de anfibios.
Estos bosques captan y reducen el impacto de las inundaciones cuando ocurren lluvias copiosas, además brindan todo tipo de bienes y servicios a sus habitantes, como madera, leña, frutos comestibles, hierbas medicinales, fibras vegetales para prendas de vestir, sombra, proteínas animales y forraje para su ganado.
En el año 2003, la provincia de Córdoba creó el Corredor Biogeográfico del Chaco Árido, que abarca una superficie aproximada de 1.000.000 ha en el noroeste de la provincia, con continuidad ambiental en las provincias de La Rioja, San Luis y Santiago del Estero. Esta gran región incluye algunas áreas protegidas nacionales y provinciales, que actúan como núcleos de conservación, pero en su mayoría las tierras son de propiedad privada.
La participación del sector privado en su conservación resulta uno de los principales desafíos a futuro, principalmente en términos de garantizar la conectividad ambiental de las masas boscosas.
Amenazas
Históricamente, el Chaco Seco sufrió la extracción de especies de maderas duras para su comercialización, esto era seguido generalmente de un cambio en el uso de la tierra con fines agrícolas y ganaderos, lo que provocó la pérdida de 12.000.000 de hectáreas de bosque en los últimos 40 años. El avance continuo de la frontera agropecuaria es la amenaza principal para las especies que habitan el Chaco Seco, debido a la pérdida y la fragmentación del hábitat.
La actividad forestal realizada de forma minera es otra fuerte amenaza en la región. La extracción de madera, leña y carbón, sin planes sostenibles de manejo de las especies de árboles y la falta de controles, permiten un exceso de tala de las especies más valiosas. Por este motivo, los remanentes forestales que hoy vemos son muestras empobrecidas y degradadas de los montes originales.
La caza ilegal es un serio problema para las distintas especies del Chaco Seco, algunas de ellas amenazadas de extinción, como el pecarí quimilero (Parachoerus wagneri) y el guanaco chaqueño (Lama guanicoe). El gran tamaño de las propiedades, el bajo número de habitantes, el aislamiento y aspectos culturales característicos de la región hacen que la caza furtiva sea difícil de prevenir y controlar.
El desmonte o raleo para siembra de pasturas exóticas en el marco de la actividad ganadera es actualmente una importante amenaza para los remanentes del bosque chaqueño.
El avance de la urbanización no planificado sobre áreas de bosques nativos es una nueva amenaza actual, especialmente en zonas de auge turístico y en los alrededores de grandes ciudades y pueblos.
ASP Las Mesillas
El ASP Las Mesillas limita al suroeste con el recientemente creado Parque Nacional Traslasierra (Pinas), con una extensión 44.000 hectáreas, el cual se completa con otras 61.000 hectáreas de Reserva Nacional, formando un solo bloque de bosque protegido hasta el límite con la provincia de La Rioja. Al sur, a pocos kilómetros, se encuentra el Parque Natural Provincial y Reserva Forestal Natural Chancaní, de 4.920 hectáreas.
La ubicación estratégica del el ASP Las Mesillas la convierte en parte natural del Corredor Biogeográfico del Chaco Árido y en un núcleo clave de conservación que hemos denominado Corredor Biológico Taguá del Chaco Seco, que actúa como área norte amortiguamiento del Parque Nacional Traslasierra (Pinas) y además asegura la permanencia de especies claves del ecosistema del Chaco Árido, como el pecarí quimilero, el guanaco chaqueño y el águila coronada.
En el PN Traslasierra y el ASP Las Mesilllas podemos encontrar una importante diversidad de plantas, con más de 50 especies, entre las que pueden mencionarse el quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco) y los algarrobos (Prosopis sp.) por su importancia económica y su fuerte arraigo en la cultura de los pobladores de la zona. Se estima que podrían habitar la zona unas 229 especies de aves, entre las que vale la pena mencionar el águila coronada (Buteogallus coronatus), la monjita salinera (Neoxolmis salinarum), y una población relictual de loro hablador (Amazona aestiva), entre otras.
El ASP Las Mesilllas funciona como una zona de amortiguamiento para el PN Traslasierra (Pinas), aumentando la superficie protegida para las 35 especies de mamíferos presentes en la zona. Se Incrementa un ambiente poco representado en el PN, como son las áreas salinas, hábitat de muchas especies amenazadas que han sido detectadas por sus huellas, fecas, restos óseos y/o mediante el uso de cámaras trampa, como el guanaco chaqueño (Lama guanicoe), la boa de las vizcacheras (Boa constrictor occidentalis), el puma (Puma concolor) y el pecarí quimilero o taguá (Parachoerus wagneri).
El principal objetivo de conservación de esta reserva natural es la preservación del hábitat del Chaco Seco que, si bien alberga un elevado número de especies de árboles, insectos, aves y mamíferos, sólo el 1,6 % de su superficie total se encuentra bajo algún tipo de protección en Argentina.
El guanaco chaqueño (Lama guanicoe) es otra prioridad de conservación de la reserva natural, ya que es la última población en Argentina.
El pecarí quimilero o taguá es otra prioridad de conservación de la reserva y del país, dado que es una especie endémica del Chaco Seco. Ha sido clasificado como especie en peligro por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), tanto en el ámbito nacional como en el internacional, lo que generó un Plan de Acción a nivel global encabezado por la mencionada institución y su grupo de especialistas en el año 2016.